domingo, 26 de noviembre de 2006

La Sed

... agua, el agua ocupa tres cuartas partes de la Tierra, el 72% de la masa libre de grasa del cuerpo humano es agua, agua dulce, agua con gas, agua rica en yodo, agua baja en fosfatos, mineral natural, agua de manantial, agua de la sierra, fresca, agua del grifo, embotellada, agua con aroma de limón, con perfume de melocotón, aguas fecales, aguamarina, aguachirle, agua nieve, agua ionizada, tratada, filtrada, potable, agua destilada, aguas subterraneas, agua dura-blanda-normal, agua bendita...

... entonces, ¿de dónde viene esta sed terrible?


Homenaje orgulloso al Gran Bebedor

sábado, 25 de noviembre de 2006

Einstein y los hilos invisibles



Para "El Físico", entre las múltiples posibilidades que ofrecía su fórmula magistral, algo así como el Filtro de la Juventud del Espacio y el Tiempo, estaba la de hacer converger en un agujero asustancial -como el Éter original- los espacios y los tiempos, utilizando la velocidad.


La primera vez que supe de esta mujer, aparecía en un sueño tan real que me provocó una caída de la litera. Me miraba tranquila con el mismo gesto serio de madurez, descreimiento y sosiego que vi años después en otro lugar, que no en otro tiempo.

Una tarde, olisqueando restos de música francesa en la red apareció un nombre, el más cercano a mi cuerpo. Un perfume diferente, igual era talco, o Lavanda, patchouli, roses... y, después, su cara. La misma que vi en otro tiempo, en el mismo lugar, en el fondo de la retina.

Todo el peso de existir se me agarró al estómago -la belleza da pavor a menudo- y lloré un buen rato en el aseo público, en la más absoluta intimidad. Que una de sus mejores canciones tenga el título de una de mis fotografías favoritas, que además es un precioso poema de Jacques Prévert que repite sin cesar ese nombre que siempre me asombra, que me llame... eso, son los hilos invisibles que tienen la fuerza de las galeras y el poder de despertar al niño boquiabierto que somos.

"Au fond de chacun d`entre nous, il y a un enfant qui pleur"
Monique Serf, Barbara

viernes, 24 de noviembre de 2006

El fuego



¡No mires jamás demasiado el fuego, hombre!¡No te duermas jamás empuñando el timón!

Advertencia de Ismael. Moby Dick




Si te pierdes en el azul más frio, ese que abrasa, el tiempo se quema contigo. Puede ocurrir en el vagón del metro, que la llama te absorba y entre dos paradas se te pasen tres jornadas.

El mismo dolor que te consume, te libera. En ese paseo por las gargantas más profundas, la luz negra del no-saber alimenta, ilumina y calienta.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Primero, el principio

Mi abuela me hablaba del cuajo y siempre pensé que era un ser marciano y cenagoso con la maravillosa facultad de crear queso, como Jesucristo los panes.

Tiempo después, dos minutos después, un par de años más tarde, el cuajo más ligero se ha quebrado dejando aparecer la malva.
Y ese sudar de las hojas que avecina una llegada.