martes, 27 de marzo de 2007

La daga


La durée poignardé (Duración apuñalada), 1938. René Magritte (Bélgica 1898-1967)


Me he vuelto a dormir en la butaca siguiendo el valse del polvo sobre la luz del mediodía -perdí la cuenta de los pasos al tercer cambio-... Ha debido de pasar mucho tiempo porque no queda nada en el cuarto salvo el olor del barniz y esta butaca; quizás los candelabros que, como la chimenea, nunca se encendieron (de ahí este frío) o el miserable segundero que regaló apenas dos minutos de gloria... Como un pálido ovillo, en el lugar de tu sombra, me pregunto si has cogido ese tren.

domingo, 4 de marzo de 2007

El espanto de puntillas















Eine kleine nachtmusik, 1943 (Pequeña serenata nocturna). Dorothea Tanning (Ohio, 1912).

Vuelvo a cada rato a subir las mismas escaleras, rojas de cera de suelos perfumada. Y pesan tanto las cortinas de terciopelo verde que siempre pensé que un día me atraparían debajo, fagocitando esas carnecitas tiernas con fauces textiles llenas de polvo -mas polvo enamorado-... No era el espejo, ni ese marco pan de oro con dos cabezas de caballo, sólo órbitas, no era el rincón oscuro del guardaescobas, ni la habitación en la sombra, ni los primeros escalones hacia el piso que olía a fruta podrida.
Era el espacio que quedaba entre estas formas, un hueco oscuro, rodeado por los reflejos que el mar dejaba en el dorado, en la madera, en la baldosa granate, en esos dientes blancos que se caerían... era el espanto en persona que me soplaba en los tobillos y me obligaba a moverme de puntillas no fuera a pisar algo vivo. Los rizos de la nuca helados como un sudario y la imposibilidad absoluta de volver hacia atrás.


A los niños y al miedo.