jueves, 14 de diciembre de 2006

Leche agria

La esperanza del ciego es que más allá de sus párpados todo sea oscuridad.
Siempre duele el bien ajeno y mata el propio.
"Me enamoré hasta el delirio de ella, pero acababa de atravesar su garganta con mi flecha", dijo Aquiles embrutecido por la sangre de Pentesilea.
En silencio, vamos a seguir sembrando este futuro de no-palabras, esperaremos con sonrojo la gran cosecha de nada.


Revelaciones del Sapo Inconstante. Cap I.

5 comentarios:

Musician & other handcrafts dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Pasando por la puerta de un convento, el burro dijo al fraile:
-Me hago pis.
A lo que el bondadoso fraile, con una enorme sonrisa de comprensión, replicó haciendo un cuenquito con las manos bajo el vientre del pollino.

El burro no volvió a hablar para darle las gracias.

Una pizca de sol dijo...

De esto también habló una vez el sapo. La memez del servil es la misma que la del idiota, su felicidad, me decía, me da grima.

Una pizca de sol dijo...

Por favor, es mejor no suprimir las palabras, que caigan como lo que son...

Anónimo dijo...

Leche, miel, sangre, esperma. La tierra negra de la zanja, tan profunda como un hombre arrodillado, que amortaja el frío -sorbe, filtra hasta encharcarse, ciénaga, invocación. Los muertos acuden como una muchedumbre de mendigos a la puerta de palacio. Aúllan suplicando chistes que aún los entretengan. Pagan con oráculos trenzados en mimbre a plazos vencidos, goces de enea.