viernes, 1 de diciembre de 2006

Un parpadeo

Es lo que separa tu tú más tuyo del exterior, de esa circunstancia a lo Ortega que te rodea o te acorrala. Durante el parpadeo se produce la traducción simultánea de lo que acabas de ver, que pasa a ser, a través de la retina, del nervio óptico, del cerebro, otra realidad, otro alfabeto, otro código de color. Este tránsito sólo dura lo que dura el parpadeo. Con la luz y la línea de las formas, vuelve la estampa inicial, el escenario en el que se desarrolla la gran obra.

Una bandada de gorriones otea el perfil de una ciudad dormida. Parpadeo. Asisten, también, al despertar del Leviathan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

corazón de vinagre, codornices con chocolate, fresas heladas, vino...tinto, tortilla recién hecha, sopa de melón con virutas de jamón, jamón con patatas calientes, tostadas recién hechas con aceite de oliva, ensalada con vinagre de módena, pasta con verdura, chicken korma, tosta con cabrales y nueces, migas, caldereta de gente que conspira, salmorejo de chueca,bravas de cierto bar de cierta ciudad,... sabores que me recuerdan a ti...